Buenos días! Ya que el tema de las aulas de convivencia está trayendo cola os dejo un modelo de funcionamiento del aula de convivencia.
Todos tenemos nuestra opinión sobre estas aulas y la mayoría coincidimos en que su uso nunca ha sido el adecuado. Desde mi experiencia en ellas, cuando estuve estudiando en un colegio concertado, puedo llegar a la conclusión de que el problema parte de la indisposición del profesorado. En mi caso, era común que te mandasen al aula de convivencia, porque la impuntualidad se pagaba con una hora perdida en esa clase, además de por razones de mala conducta, por supuesto. La hora transcurría de la siguiente manera: el profesor, por regla general, sacaba su ordenador y su trabajo, y aprovechaba todo lo que podía esa hora que le "regalaban"; los alumnos que estábamos allí, hacíamos deberes si teníamos algo pendiente y si teníamos las ganas suficientes de trabajar a las 8 de la mañana; el resultado solía ser una hora perdida de tonteo, intentando no molestar al profesor de guardia, que nos regañaba si hacíamos ruido.
Cuando hablo de disposición de los profesores de guardia hablo de lo que me ocurrió en muy pocas ocasiones: el profesor/a en cuestión nos esperaba sentado en la mesa para charlar amistosamente con nosotros; estaba interesado por lo que habíamos hecho y nos pasábamos la hora discutiendo y reflexionando sobre muchos temas que sólo buscaban ayudarnos. Creo que si parte de nosotros como docentes esa iniciativa por ayudar, el aula de convivencia puede ser un lugar muy útil.
Aquí os dejo el enlace que os decía: un modelo llevado a cabo en el IES Los Manantiales (Torremolinos, Málaga) donde se aprovecha, según mi punto de vista, ese tiempo en el aula de convivencia para llegar al alumno y hacerle recapacitar sobre sus actos.
Una opción útil para el aula de convivencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario