HAZ DE TU VIDA UN
PARADIGMA. EL PARADIGMA SOCIO-CRÍTICO Y ECOLÓGICO
“¿Pensaron alguna
vez que si no fuera por todos, nadie sería nada?”--Quino
El paradigma socio-crítico surge como
alternativa a los paradigmas técnico-racional e interpretativo simbólico.
Propone ir más allá de lo puramente empírico e interpretativo, es decir,
pretende la superación del enfoque cuantitativo así como el conservadurismo del
enfoque interpretativo. El paradigma socio-crítico considera las relaciones
sociales como base de la realidad educativa, en otras palabras, la realidad
social (ideologías, economía, historia, etc.). En esa realidad social
participamos activamente todos. Desde este paradigma, lo que se pretende es
estimular la libre participación de los sujetos así como la búsqueda de su emancipación.
Este paradigma puede ser visto como un modelo democrático que confiere libertad
a los mismos. Lo interesante desde este punto de partida es plantear problemas
reales que se den dentro de la sociedad y que puedan ser resueltos.
A mi parecer, creo que mis pensamientos se
ajustan bastante a este paradigma y su forma de entender la realidad educativa,
pues lo que se ha de buscar principalmente en el entorno educativo es la
autorreflexión, aunando el conocimiento teórico y la práctica. Los conocimientos tienen que ser puestos en
práctica para una mejor asimilación de tales. En este sentido, se ha de prestar
una mayor atención a la superación de competencias, al saber hacer, saber
resolver problemas que surgen en un momento determinado a través de la
dialéctica.
Por otra parte, en este proceso de
asimilación, pienso que el entorno, el mundo exterior en sí nos ofrece la clave
para esta asimilación. Es decir, creo que se ha de considerar de igual forma
los materiales, la realidad exterior y los profesores. La escuela es un ecosistema social y humano (Lorenzo, 1995). Esta definición de escuela es la más completa
desde mi punto de vista.
Si aplicamos estas formas de hacer y de
considerar la realidad educativa al campo de la enseñanza de idiomas, por
ejemplo, el resultado sería el uso de un enfoque por tareas, que aúne la
realidad exterior con la realidad educativa y al mismo tiempo ponga la teoría
en práctica. Por tanto, los materiales de los cuales nos servimos cobran bastante importancia. Ni que decir tiene que la evaluación estará determinada por la
superación de determinadas competencias y no de valores numéricos vacíos.
Estoy totalmente de acuerdo con mi compañera. A la vista está que el paradigma técnico-racional deja mucho que desear si lo que queremos es que el alumno interiorice los contenidos de la asignatura y desarrolle las competencias. Es evidente que memorizar contenidos y "vomitarlos" en un examen solo consigue crear lagunas mentales en los alumnos y que los conocimientos desaparezcan cuando transcurra un tiempo. En la especialidad de inglés, los alumnos españoles somos bastante buenos en gramática y en compresión lectora y expresión escrita...aunque en comprensión auditiva y expresión oral vamos bastante a la cola. Este paradigma permitiría no solo adquirir los conocimientos de otra lengua (vocabulario, gramática, cultura) sino también desarrollar las competencias que realmente nos harán falta en la vida real, fuera del ámbito escolar. De nada sirve obtener un 10 en un examen, cuando no sabes preguntar el camino si te has perdido en una ciudad de Reino Unido, por ejemplo. Considero fundamental el papel del docente en esta especialidad para motivar al alumno y "convencerlo" de que un idioma no está en los libros, sino fuera.
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